Basta por esta noche cierro
la puerta me pongo
el saco guardo
los papelitos donde
no hago sino hablar de tí
mentir sobre tu paradero
cuerpo que me has de temblar.
[Juan Gelman]
Sí, yo quiero tener el poder de decir mucho con pocas palabras, de llenar el vacío más profundo con una frase, y de embellecer el día con cuatro líneas. El problema es que con eso se nace, no es una técnica, así que estoy cagada.
jueves, enero 25, 2007
martes, enero 23, 2007
Gravity
Honey
It´s been a long time comming
and i can´t stop now
Such a long time running
and i can´t stop now.
Do you hear my heart beating
Can you hear that sound
Cause i can´t help thinking
and i don´t look down
And then i looked up to the sun
and i could see
the way that gravity turns for you and me
And then i looked up to the sky
i saw the sun
And the way that gravity turns on everyone
Baby
It´s been a long time waiting
such a long long time
And y can´t stop smiling
No i can´t stop now.
Do you hear my heart beating
Oh do you hear that sound
cause i can´t stop crying
and i won´t look down
And the i looked up to the sun
and i could see
oh the way that gravity turns on you and me
And then i looked up to the sun
i saw the sky
And the way that gravity pulls on you and i
on you and i.
It´s been a long time comming
and i can´t stop now
Such a long time running
and i can´t stop now.
Do you hear my heart beating
Can you hear that sound
Cause i can´t help thinking
and i don´t look down
And then i looked up to the sun
and i could see
the way that gravity turns for you and me
And then i looked up to the sky
i saw the sun
And the way that gravity turns on everyone
Baby
It´s been a long time waiting
such a long long time
And y can´t stop smiling
No i can´t stop now.
Do you hear my heart beating
Oh do you hear that sound
cause i can´t stop crying
and i won´t look down
And the i looked up to the sun
and i could see
oh the way that gravity turns on you and me
And then i looked up to the sun
i saw the sky
And the way that gravity pulls on you and i
on you and i.
domingo, enero 07, 2007
A cada cual lo suyo
Repartamos las culpas. Hay que ser bien objetivo en esto, o lo más que se pueda por lo menos. La cosa es bien clara: son dos personas las culpables. El problema es que la culpa no deviene por el hecho en particular, sino más bien por las repercusiones que eso tuvo en otros. He ahí el problema. Entonces, toda la culpa no la tiene una sola persona, sino que se comparte con la otra. Lo justo en estos casos es examinar quién tiene la mayor culpa, de acuerdo al más afectado, pero dijimos que la culpa es de dos personas, aunque no podemos decir que se reparta en partes iguales. Sin embargo, el sentido común y el sensato criterio no logran distinguir bien por qué una persona tiene más culpa que la otra, por lo que entonces hay que trasladar la mirada a sutilezas de grados, a niveles de culpa del actuante, o de los actuantes en este caso. Se puede apelar a la inconciencia, a la ignorancia o a las copas excedidas, pero eso no exime la culpa, tan solo intenta justificar lo que, en principio, no tiene más justificación que los hechos. Entonces, ¿qué hay que justificar?, los hechos, sin duda, pero éstos se justifican a sí mismos, no hay más que agregar, todo lo que se diga al respecto se vuelve vacuo si miramos las cosas tal cual y sucedieron. Se puede recurrir a una serie de artimañas y subterfugios que lucharían hasta con los dientes por desembarazar de ese pesado sentimiento, sin poder lograrlo cabalmente, dando sólo débiles sensaciones de tranquilidad. Entonces ¿qué nos queda? nos quedan las tormentas ajenas. Eso nos impide la liberación del sentimiento, si nos importa un poco lo ajeno, claro está. Pensemos mejor las cosas y seamos honestos, repartamos bien las culpas.
martes, diciembre 19, 2006
Sin título
Hace tiempo que no escribo.
Claro, la hiperactividad, la época técnica, la instrumentalización de la esencia humana y esas cosas me han tenido absorbida hasta decir basta. Y aún no digo basta, y tampoco creo que lo haga, porque ayuda a olvidar. ¿Olvidar qué?, ni idea, pero ayuda.
Y resulta que hay personas que prefieren morir desangradas a que morir de un golpe certero. Eso, yo no lo entiendo. Son opciones, claro está... pero no lo entiendo.
Y me jode todo adentro.
Y no sé qué hacer, o qué debo hacer... la decisión se hace compleja y difícil de alcanzar en un mundo líquido, de cemento, en donde lo bueno se hace ininteligible frente a la multiplicidad. Y es que lo plural es lo que hace la decisión más díficil todavía, porque nada es absolutamente desechable, y todo aporta un bien, al menos relativo.
Pero yo soy weona, así que como tal, caigo donde no debo caer, escojo lo que no debo escoger, me meto con quién no debo, y hablo weas.
Claro, la hiperactividad, la época técnica, la instrumentalización de la esencia humana y esas cosas me han tenido absorbida hasta decir basta. Y aún no digo basta, y tampoco creo que lo haga, porque ayuda a olvidar. ¿Olvidar qué?, ni idea, pero ayuda.
Y resulta que hay personas que prefieren morir desangradas a que morir de un golpe certero. Eso, yo no lo entiendo. Son opciones, claro está... pero no lo entiendo.
Y me jode todo adentro.
Y no sé qué hacer, o qué debo hacer... la decisión se hace compleja y difícil de alcanzar en un mundo líquido, de cemento, en donde lo bueno se hace ininteligible frente a la multiplicidad. Y es que lo plural es lo que hace la decisión más díficil todavía, porque nada es absolutamente desechable, y todo aporta un bien, al menos relativo.
Pero yo soy weona, así que como tal, caigo donde no debo caer, escojo lo que no debo escoger, me meto con quién no debo, y hablo weas.
lunes, diciembre 04, 2006
Kierkegaard
[Te espero, casualidad maldita. No quiero vencerte con máximas ni con eso que los tontos llaman carácter. ¡No! Yo quiero poetizarte. No quiero ser poeta para los demás; pero muéstrate tú y yo seré tu poeta, y así me alimentaré de la poesía misma; ella será mi alimento.]
jueves, noviembre 23, 2006
Un poemita que encontré
No tengo derecho a pedirte que te quedes
Quédate
Cólmame de tí
deja que yo sea tu amor por esta noche
No pido que me ames, pero haz como si me amaras
Pobla mis tierras vírgenes con tu salvia
Ámame esta noche.
Te pido la sangre y las costras
Te pido los ocasos
Te pido los llantos y los gritos
pero ámame por esta noche
Deja que te pueble.
Porque yo, poblándote, me hartaré de tí
Y te exigiré lo que no has dado nunca
Y me hostigarás
Y cuando te haya abandonado
Sonreirás y me dirás te amo.
Quédate
Cólmame de tí
deja que yo sea tu amor por esta noche
No pido que me ames, pero haz como si me amaras
Pobla mis tierras vírgenes con tu salvia
Ámame esta noche.
Te pido la sangre y las costras
Te pido los ocasos
Te pido los llantos y los gritos
pero ámame por esta noche
Deja que te pueble.
Porque yo, poblándote, me hartaré de tí
Y te exigiré lo que no has dado nunca
Y me hostigarás
Y cuando te haya abandonado
Sonreirás y me dirás te amo.
viernes, noviembre 10, 2006
A mi lector in-nacido

Y resulta que me estoy aburriendo de esta monotonía innombrable. Porque sí, al igual que como dice un poema que acabo de leer " No aguanto existir/de la forma en que existo/y no tolero no existir/de la forma en que lloro y grito/ver como pasan los años/trotando frente a mis ojos/ sucios pero enteros." Y resulta que estoy quedándome sin saber qué hacer, y sin salidas visibles, mis pies se hunden en el fango de lo desconocido, y no logro avanzar, sin-movimiento, ¿y si empiezo a creer?, sé que los términos son toscamente racionales pero ¿y si lo intento?, y es que cuando estas horas se transforman en días, y los días en meses, y los meses en años, entonces todo me molesta, y ya no sé qué hacer, y peor, no sé quién ser... y resulta que sé que soy haciendo, y si no sé qué hacer?, mi existencia penderá de un frágil hilo etéreo?, ya ni el cielo más hondo me acoge, porque aquí, donde estoy, ya no hay cielo ni estrellas, no hay ojos, no hay sentidos, sólo el fango que me llega hasta el cuello, que me inmoviliza y me pudre.
Y es que cuando se llega a este punto -siempre digo lo mismo- siento que no puedo llegar más hondo -siempre siento lo mismo-, y no hay ni un reflejo que me guíe, estoy sola, absolutamente sola, con mi soledad concurrida -como reza Benedetti- y mis ahogados gritos silenciosos. ¿Y si me arriesgo y creo?, si me invento una luz y luego descubro que era real?, ya no sé, no sé nada -siempre pienso lo mismo- no sé cómo conformarme conmigo misma, con todo aquello que soy y no soy y que me hastía hasta el asco;
soportando lo insoportable es que permanezco aquí;
es solo esa bendita esperanza la que me mantiene, esa esperanza de que todo será diferente, de que encontraré mi lugar y mi ocupación en este mundo, de que me sentiré segura e íntegra, caminando con esos pasos de militar que tanto asombro me causan, caminando con esa certeza que tiene la gente que ha pasado lo peor, pero que ahora brilla hasta encandilar. Y si bien lo peor es relativo a cada uno -cada uno vive lo que es capaz de soportar dice mi madre-, pienso que el bienestar posterior es más o menos parejo para todos, a todos les llega en algún momento, y todos tienen ese brillo, ese cariz de complacencia que me hiere.
Me canso -siempre me canso-, me aburro -siempre me aburro- de ser yo misma, porque mi yo-misma es tan mísero y pobre que me insatisface, y sin embargo, no sé qué es lo que me puede satisfacer, o que ideal del yo-misma es el que me hará sentir bien... porque debo aclararte, sí a tí, mi lector inexistente, que no es una pena de amor la que me tiene así, que no es una derrota en el mundo, que no son los problemas-de-la-vida los que me tienen así, soy yo misma -espero que lo entiendas-, es mi existencia miserable e inútil la que me acongoja y me ahoga, -qué increíble no?, es asombroso cómo es que mi propia existencia me sofoca-, mi intelecto se queda corto al tratar de explicar lo que siento y he sentido por tanto tiempo -te preguntarás, acaso, cómo es que me soporto tanto tiempo así?-, aquel sentir que ha permanecido incólume frente a las alegrías efímeras que me ofrece el mundo, qué jodido sentir, me pregunto cuándo se acabarán estos luengos tiempos, ya no quiero más, y muchas veces me parece que tampoco puedo más -pero curiosamente sigo pudiendo-.
Si hay algo que te puedo asegurar, mi estimado y fiel lector, y tómalo como mi promesa mejor cumplida y mi derrota más vencida, es que no quiero seguir así, no tiene nada de placentero, nada hay en esto que me haga bien, muy por el contrario, ya quiero que acabe de una vez por todas y ser, en el sentido más usual y común de la frase, ser feliz.
martes, octubre 31, 2006
En Octubre llueve
Mientras tanto la tormenta gritaba desgarradoramente. Yo enmudecí.
Él, toscamente, cogió un papel en blanco y se dispuso a escribir, pero en realidad esa noche no se podía concentrar como lo deseaba. Entonces quiso salir a refrescarse, y que mejor que aprovechar el desesperado llanto del cielo inmenso para hacerlo.
Mientras tanto, yo no podía distinguir si la tormenta estaba fuera o dentro y sí que era complicada la tarea de comprender de dónde venían esas gotas tan gordas y llenas de todo aquello que se desea arrojar lejos de uno. -Es increíble- me dije -la distancia que hay entre una gota y otra-. Así que como buen caminante, me dediqué por unos minutos a recoger aquellas que no se habían quebrado con el impacto al suelo. Vi unas preciosas que reflejaban distintos tonos de lo mismo, vi otras, por el contrario, que daban sus últimos saltos antes de aquietarse para siempre, y las había también -las más tristes- aquellas que eran pequeños reflejos de mi rostro.
Como ya es costumbre, por la pena o el nerviosismo, quizá, prendí un cigarrillo. De aquellos fuertes que valen la pena fumar. Esperaba que ese humo tan virgen y dañino fuera un testigo implacable. Mientras veía sus brasas y el humo azulado, sentí unos pasos fuera de mi ventana, no quise asomarme, sentí un miedo absurdo, hasta que pensé, y me tranquilicé pensándolo, que podía ser él el que salía, como de costumbre, a estas horas de la noche.
De pronto lo sonidos cobraron sentido y lógica, pero extrañamente me invadió un frío tan intenso... El frío del que te hablo, es mucho más de lo que puedes imaginar: algo mucho más inmenso que tu soledad o tú invento envenenado. Creo que se puede comparar con ese frío que sientes justo antes de recibir aquella noticia que te desgarrará el alma.
Hay clases y clases de frío. Existe el frío físico, o aquel del ambiente y clima. También está el frío de las personas, o el frío íntimo. Pero este frío, del que te vengo a hablar es mucho más avasallador que cualquier anterior.
Sin duda eran sus pisadas, y era ese maldito perfume que dejaba esa estela hiptonizadora que tanta hambre me da. Y me volvieron esas antiguas ganas de escupirle en la cara, de gritarle y maldecirle como nadie antes lo ha hecho, y mi espalda se retorcía, y mi estómago quería devolver lo que tenía adentro, y mis manos sostenían el cigarrillo tembloroso, y mi cuerpo se resistía al movimiento, y mi voluntad estaba echa pedazos, y las gotas, esas malditas gotas delatoras que lo decían todo, y mi boca quería, sí, quería, y nada obedecía a mis impulsos... las lágrimas cayeron rápidamente, como gotas.
Él permanecía inmóvil, y yo comencé a recordar toda esas imágenes que se suponían estaban en el tacho de la basura. Los días perfectos que solíamos tener, los consejos que me daba, cuando me hacía dormir contándome esas viejas y maltrechas historias, y como todo de pronto se fue evaporando, cual gota de agua. No puedo creer que le fue tan fácil. El perfume de su crema de afeitar llegaba sin ninguna clase de respeto a mi sensibilidad, sus comidas y mariscos, y ese abandono. ¡Ese maldito abandono! que me hizo odiarlo tanto, que preferí encerrarme meses, antes de poder volver a toparme con todas esas cuadras en donde había quedado tatuado su espíritu.
Respiré profundamente y mentí.
Esbocé la sonrisa más perfecta que pude, me erguí en la silla y esperé a que entrara en la habitación, como tantas veces lo hizo. Creí que ese momento iba a aparecer su silueta desdibujada en la sombra, deseé que así fuera, lo deseé con pasión y desdén, recordé su esbelta fisonomía de aquella tarde en que todo parecía brillar con un tono desconocido, y comenzó la tormenta nuevamente. Y durante toda la noche las gotas no cesaron de suicidarse.
Mi respiración se agitaba, gotas de sudor corrían por mis sienes, cuando por fin sentí unos zapatos que chocaban con el piso cerca de mi habitación. Los latidos de mi corazón aumentaron. Preferí no prender otro cigarrillo por respeto a él. Pero era extraño, después de tanto tiempo me nacía sentir un respeto hacia él. El sonar de sus suelas se agudizó, y justo antes de entrar por aquella puerta -mágica entrada al infierno invernal- sentí un apretón justo en mi cuello...
Salté de la silla y caí al suelo. Cerré mis ojos y no quise saber nada más, ni de mí ni de él ni del mosquito feroz que me había picado... no sé cuánto tiempo pasó, lo que si sé es que sentí la puerta que se abría, apreté con más fuerza los ojos y sentí miedo, nuevamente, de lo que pudiera suceder. Mira, era de esas veces en que lo inevitable se presenta con la fuerza de lo inesperado, y te quedas ahí, gélido, queriendo no vivir ese momento, anhelando que todo pase lo más rápido posible, y cuando ocurre, te das cuenta de que todo ha cambiado, y que ya no hay vuelta atrás. De ese tipo de momentos es el que estoy hablando.
Entró tratando de no hacer ruido. Pero lo hizo, como siempre. Me miró y preguntó: -¿Viste que lluvia hay fuera?... ¡Terrible!, y en pleno octubre-.
Yo, con los latidos a más de cien mil le contesté : -Ni siquiera me había percatado-. Él tomo uno de mis cigarrillos y se fue sin cerrar la puerta. Entró una de las brisas más heladas que he sentido en mi vida. Era un frío intenso, que yo no creía merecer. El frío del que te hablo, es mucho más de lo que puedes imaginar: algo mucho más inmenso que tu soledad o tú invento envenenado. Creo que se puede comparar con ese frío que sientes justo antes de recibir aquella noticia que te desgarrará el alma.
Tiritaba tanto y tan fuerte que no pude cerrar la puerta. Me desnudé ahí mismo, en el piso, y mi desnudez fue más verdadera que nunca. Entonces comprendí, de pronto, que en realidad no hay que abrigarse cuando se siente ese frío, lo mejor es sacarse todo, y no importa si en el desnudamiento caen trozos rotos de ese algo indecible, o si la gotas de la lluvia te mojarán el cuerpo, lo que importa en ese momento es la profunda certeza que se siente. ¿De qué?, aún no lo tengo claro.
By
Pablo Gutierrez y Bárbara C. Preisler
Correcciones:
Pablo Gutierrez
Él, toscamente, cogió un papel en blanco y se dispuso a escribir, pero en realidad esa noche no se podía concentrar como lo deseaba. Entonces quiso salir a refrescarse, y que mejor que aprovechar el desesperado llanto del cielo inmenso para hacerlo.
Mientras tanto, yo no podía distinguir si la tormenta estaba fuera o dentro y sí que era complicada la tarea de comprender de dónde venían esas gotas tan gordas y llenas de todo aquello que se desea arrojar lejos de uno. -Es increíble- me dije -la distancia que hay entre una gota y otra-. Así que como buen caminante, me dediqué por unos minutos a recoger aquellas que no se habían quebrado con el impacto al suelo. Vi unas preciosas que reflejaban distintos tonos de lo mismo, vi otras, por el contrario, que daban sus últimos saltos antes de aquietarse para siempre, y las había también -las más tristes- aquellas que eran pequeños reflejos de mi rostro.
Como ya es costumbre, por la pena o el nerviosismo, quizá, prendí un cigarrillo. De aquellos fuertes que valen la pena fumar. Esperaba que ese humo tan virgen y dañino fuera un testigo implacable. Mientras veía sus brasas y el humo azulado, sentí unos pasos fuera de mi ventana, no quise asomarme, sentí un miedo absurdo, hasta que pensé, y me tranquilicé pensándolo, que podía ser él el que salía, como de costumbre, a estas horas de la noche.
De pronto lo sonidos cobraron sentido y lógica, pero extrañamente me invadió un frío tan intenso... El frío del que te hablo, es mucho más de lo que puedes imaginar: algo mucho más inmenso que tu soledad o tú invento envenenado. Creo que se puede comparar con ese frío que sientes justo antes de recibir aquella noticia que te desgarrará el alma.
Hay clases y clases de frío. Existe el frío físico, o aquel del ambiente y clima. También está el frío de las personas, o el frío íntimo. Pero este frío, del que te vengo a hablar es mucho más avasallador que cualquier anterior.
Sin duda eran sus pisadas, y era ese maldito perfume que dejaba esa estela hiptonizadora que tanta hambre me da. Y me volvieron esas antiguas ganas de escupirle en la cara, de gritarle y maldecirle como nadie antes lo ha hecho, y mi espalda se retorcía, y mi estómago quería devolver lo que tenía adentro, y mis manos sostenían el cigarrillo tembloroso, y mi cuerpo se resistía al movimiento, y mi voluntad estaba echa pedazos, y las gotas, esas malditas gotas delatoras que lo decían todo, y mi boca quería, sí, quería, y nada obedecía a mis impulsos... las lágrimas cayeron rápidamente, como gotas.
Él permanecía inmóvil, y yo comencé a recordar toda esas imágenes que se suponían estaban en el tacho de la basura. Los días perfectos que solíamos tener, los consejos que me daba, cuando me hacía dormir contándome esas viejas y maltrechas historias, y como todo de pronto se fue evaporando, cual gota de agua. No puedo creer que le fue tan fácil. El perfume de su crema de afeitar llegaba sin ninguna clase de respeto a mi sensibilidad, sus comidas y mariscos, y ese abandono. ¡Ese maldito abandono! que me hizo odiarlo tanto, que preferí encerrarme meses, antes de poder volver a toparme con todas esas cuadras en donde había quedado tatuado su espíritu.
Respiré profundamente y mentí.
Esbocé la sonrisa más perfecta que pude, me erguí en la silla y esperé a que entrara en la habitación, como tantas veces lo hizo. Creí que ese momento iba a aparecer su silueta desdibujada en la sombra, deseé que así fuera, lo deseé con pasión y desdén, recordé su esbelta fisonomía de aquella tarde en que todo parecía brillar con un tono desconocido, y comenzó la tormenta nuevamente. Y durante toda la noche las gotas no cesaron de suicidarse.
Mi respiración se agitaba, gotas de sudor corrían por mis sienes, cuando por fin sentí unos zapatos que chocaban con el piso cerca de mi habitación. Los latidos de mi corazón aumentaron. Preferí no prender otro cigarrillo por respeto a él. Pero era extraño, después de tanto tiempo me nacía sentir un respeto hacia él. El sonar de sus suelas se agudizó, y justo antes de entrar por aquella puerta -mágica entrada al infierno invernal- sentí un apretón justo en mi cuello...
Salté de la silla y caí al suelo. Cerré mis ojos y no quise saber nada más, ni de mí ni de él ni del mosquito feroz que me había picado... no sé cuánto tiempo pasó, lo que si sé es que sentí la puerta que se abría, apreté con más fuerza los ojos y sentí miedo, nuevamente, de lo que pudiera suceder. Mira, era de esas veces en que lo inevitable se presenta con la fuerza de lo inesperado, y te quedas ahí, gélido, queriendo no vivir ese momento, anhelando que todo pase lo más rápido posible, y cuando ocurre, te das cuenta de que todo ha cambiado, y que ya no hay vuelta atrás. De ese tipo de momentos es el que estoy hablando.
Entró tratando de no hacer ruido. Pero lo hizo, como siempre. Me miró y preguntó: -¿Viste que lluvia hay fuera?... ¡Terrible!, y en pleno octubre-.
Yo, con los latidos a más de cien mil le contesté : -Ni siquiera me había percatado-. Él tomo uno de mis cigarrillos y se fue sin cerrar la puerta. Entró una de las brisas más heladas que he sentido en mi vida. Era un frío intenso, que yo no creía merecer. El frío del que te hablo, es mucho más de lo que puedes imaginar: algo mucho más inmenso que tu soledad o tú invento envenenado. Creo que se puede comparar con ese frío que sientes justo antes de recibir aquella noticia que te desgarrará el alma.
Tiritaba tanto y tan fuerte que no pude cerrar la puerta. Me desnudé ahí mismo, en el piso, y mi desnudez fue más verdadera que nunca. Entonces comprendí, de pronto, que en realidad no hay que abrigarse cuando se siente ese frío, lo mejor es sacarse todo, y no importa si en el desnudamiento caen trozos rotos de ese algo indecible, o si la gotas de la lluvia te mojarán el cuerpo, lo que importa en ese momento es la profunda certeza que se siente. ¿De qué?, aún no lo tengo claro.
By
Pablo Gutierrez y Bárbara C. Preisler
Correcciones:
Pablo Gutierrez
jueves, octubre 19, 2006
Voy a escribir bien largo pa que nadie lo lea - iwal nadie lee ja!
Mi gato está mirando por la ventana, y derepente gira su cabeza y me mira, es tan adorable el gato de mierda, que cuando lo observo pienso que en verdad las mascotas son mejores que los humanos, cuánta razón tenía Schopenhauer cuando dijo que quería más a su perro que a los hombres, puta demá y el tipo es un exagerado, porque tampoco es tan así, pero de que las mascotas son infinitamente más incondicionales -porque no tienen otra opción- que los humanos es verdad, eso si que sí. Y vamos que ya botó mi foto, o sea, la foto donde sale mi abuelo, y él que justo está de cumpleaños hoy, que en paz descanse, si es que descansa, y me la había dedicado para mi cumpleaños, que lindura, por eso la tengo, la tengo porque me la dedicó con su puño y letra, y yo recuerdo perfectamente que fue él el que evitó uno de los potenciales traumas de mi vida (uff, zafé de uno), que lindo que era ese hombre, el mejor de todos, era de esos hombres excepcionales que uno agradece haber conocido, y que lamenta profundamente su pérdida, pero filo, la gente nace y muere, asi que no es nada del otro mundo. Entonces quedé en que tenía unas ganas terribles de fumar, pero no tengo plata, menos cigarrillos, entonces me jodo no ma, lo que en verdad no es malo pa mi salud, y el cáncer y las mil penurias del infierno que te pueden ocurrir si fumas, pero me cago en las mil penas dle infierno!, y tengo ganas de fumar y ya.
Entonces, claro, sonó el teléfono y me despertó, y por desgracia era mi querida madre la que llamaba, y me llevé una gran puteada por despertar tan tarde, yo no sé que chucha quiere, si sabe que la noche anterior no había dormido nada, entonces que no me joda, porque si uno pasa dos días completos sin dormir, luego es aceptable que pase uno y medio durmiendo, porque hay que recuperarse, y no jodan, porque si uno no duerme en dos días es porque no se puede no ma, y ojalá hubiera sido por algún trabajo endemoniado que tenía que entregar, o algún deber de ese tipo que no me dejara dormir, lo peor es que simplemente no PODÍA dormir, me acosté, cerré los ojos y no pude dormir, entonces me di vueltas en la cama, toda la noche, pensando puras weas incoherentes, como qué pasaría si me alimentara sólo de café, es claro que andaría con los nervios destrozados, y yo creo que el cáncer al estómago nadie me lo quita, entonces moriría pronto, lo que no me causa mayores problemas; también pensé qué pasaría si me diera la wea y quisiera tener muchos hijos, que mi única función en la vida sea tener hijos, entonces tengo uno y quedo embarazada del otro und weiter, y que se crien solos porque no tendría ánimo pa criarlos, entonces sería todo más fácil, y pensé también que deberían hacer una clínica para mujeres jóvenes que tienen un negro futuro y que se dediquen a sólo tener hijos, y esos los reparten por el mundo y se acabó, la pareja elige a la joven que les parezca adecuada, y ya, inseminación artificial, hasta se salvaguarda la intimidad de la pareja porque nadie se tiene que acostar con nadie, y la mujer que se embaraza queda millonaria porque -obviamente- le pagan por cada crío que pare. Unas verdaderas mujeres-útero. Pensando ese tipo de weas es que cantaron los pajarracos esos fuera de mi ventana, los odié como me suele pasar, y ahí si que no pude dormir más.
Probablemente se debió a que anteriormente había pensado puras cosas tristes, como también me suele suceder cada vez que me baja el insomnio, y eso si que es jodido, porque tienes que cambiar las frustraciones por el café, y las heridas sangrantes por las mujeres-útero, entonces las cosas se vuelven difíciles porque quién ha dicho que es fácil salir de los pensamientos tristes por la re chucha, si alguien tiene la receta que me la haga saber de inmediato, por favor, asi como una vez quería inventar el no-pensum, ahora inventaré el no-tristis-pensum (mi latín cada días más olvidado, probablemente está pésimamente declinado), y somos todos felices y anestesiados.
Una vez me preguntaron qué tenía puesto hace una semana, plop!, nunca me acordé por supuesto, me pareció de lo más irracional la pregunta, pero después me dijeron que era de lo más lógica porque hay gente que guarda todo eso en su cabeza, y pregunté, pa qué?, y me respondieron que pa lo mismo que yo me acordaba de Aristóteles. Más plop todavía, me reí a destajo y no paré de reir hasta que me largué porque eso si que no tenía sentido. Y las weas sin-sentido son entretenidas hasta cierto punto, porque me entra la desesperación si permanezco allí, hasta el sin sentido se vuelve sin sentido.
Y me dijeron también, antes, que por qué chucha no estudiaba literatura, si en verdad leia puras weas que no eran filosóficas, entonces me reí otra vez y dije que estaba apestada de la fac., entonces no iba a permanecer allí 4 años más ni aunque me pagaran por estudiar, pero me quedó dando vueltas la preguntita, y en verdad más de alguna vez pensé seriamente en estudiar literatura, pero no, no en la Chile, a lo más estudiaría letras en la católica, pero y tener que dar la psu?, me cago en la psu!, ni pensarlo. Demás y se puede entrar turbiamente sin dar la psu, pero eso implica suplicarle a alguien, o quien sabe, bueno habría que averiguar. En realidad ninguna de las weas que he pensado ha sido seriamente, entonces ando puro weveando por la vida, y puta, me encantaría poder decir que le di el palo al gato, pero no lo siento así, y el puto éxito lo veo cada vez más lejos de mis manos, y con eso, las posibilidades de irme de mi casa se ven reducidas absurdamente. Sí, sí, el éxito es aquí y allá, que la gente replique lo que quiera, pero no se puede negar que la wea te da de comer y te permite miles de otras cosas más, te da cierta estabilidad material, y con eso podí hacer lo que querai y ya, eres un weón feliz.
Entonces, claro, sonó el teléfono y me despertó, y por desgracia era mi querida madre la que llamaba, y me llevé una gran puteada por despertar tan tarde, yo no sé que chucha quiere, si sabe que la noche anterior no había dormido nada, entonces que no me joda, porque si uno pasa dos días completos sin dormir, luego es aceptable que pase uno y medio durmiendo, porque hay que recuperarse, y no jodan, porque si uno no duerme en dos días es porque no se puede no ma, y ojalá hubiera sido por algún trabajo endemoniado que tenía que entregar, o algún deber de ese tipo que no me dejara dormir, lo peor es que simplemente no PODÍA dormir, me acosté, cerré los ojos y no pude dormir, entonces me di vueltas en la cama, toda la noche, pensando puras weas incoherentes, como qué pasaría si me alimentara sólo de café, es claro que andaría con los nervios destrozados, y yo creo que el cáncer al estómago nadie me lo quita, entonces moriría pronto, lo que no me causa mayores problemas; también pensé qué pasaría si me diera la wea y quisiera tener muchos hijos, que mi única función en la vida sea tener hijos, entonces tengo uno y quedo embarazada del otro und weiter, y que se crien solos porque no tendría ánimo pa criarlos, entonces sería todo más fácil, y pensé también que deberían hacer una clínica para mujeres jóvenes que tienen un negro futuro y que se dediquen a sólo tener hijos, y esos los reparten por el mundo y se acabó, la pareja elige a la joven que les parezca adecuada, y ya, inseminación artificial, hasta se salvaguarda la intimidad de la pareja porque nadie se tiene que acostar con nadie, y la mujer que se embaraza queda millonaria porque -obviamente- le pagan por cada crío que pare. Unas verdaderas mujeres-útero. Pensando ese tipo de weas es que cantaron los pajarracos esos fuera de mi ventana, los odié como me suele pasar, y ahí si que no pude dormir más.
Probablemente se debió a que anteriormente había pensado puras cosas tristes, como también me suele suceder cada vez que me baja el insomnio, y eso si que es jodido, porque tienes que cambiar las frustraciones por el café, y las heridas sangrantes por las mujeres-útero, entonces las cosas se vuelven difíciles porque quién ha dicho que es fácil salir de los pensamientos tristes por la re chucha, si alguien tiene la receta que me la haga saber de inmediato, por favor, asi como una vez quería inventar el no-pensum, ahora inventaré el no-tristis-pensum (mi latín cada días más olvidado, probablemente está pésimamente declinado), y somos todos felices y anestesiados.
Una vez me preguntaron qué tenía puesto hace una semana, plop!, nunca me acordé por supuesto, me pareció de lo más irracional la pregunta, pero después me dijeron que era de lo más lógica porque hay gente que guarda todo eso en su cabeza, y pregunté, pa qué?, y me respondieron que pa lo mismo que yo me acordaba de Aristóteles. Más plop todavía, me reí a destajo y no paré de reir hasta que me largué porque eso si que no tenía sentido. Y las weas sin-sentido son entretenidas hasta cierto punto, porque me entra la desesperación si permanezco allí, hasta el sin sentido se vuelve sin sentido.
Y me dijeron también, antes, que por qué chucha no estudiaba literatura, si en verdad leia puras weas que no eran filosóficas, entonces me reí otra vez y dije que estaba apestada de la fac., entonces no iba a permanecer allí 4 años más ni aunque me pagaran por estudiar, pero me quedó dando vueltas la preguntita, y en verdad más de alguna vez pensé seriamente en estudiar literatura, pero no, no en la Chile, a lo más estudiaría letras en la católica, pero y tener que dar la psu?, me cago en la psu!, ni pensarlo. Demás y se puede entrar turbiamente sin dar la psu, pero eso implica suplicarle a alguien, o quien sabe, bueno habría que averiguar. En realidad ninguna de las weas que he pensado ha sido seriamente, entonces ando puro weveando por la vida, y puta, me encantaría poder decir que le di el palo al gato, pero no lo siento así, y el puto éxito lo veo cada vez más lejos de mis manos, y con eso, las posibilidades de irme de mi casa se ven reducidas absurdamente. Sí, sí, el éxito es aquí y allá, que la gente replique lo que quiera, pero no se puede negar que la wea te da de comer y te permite miles de otras cosas más, te da cierta estabilidad material, y con eso podí hacer lo que querai y ya, eres un weón feliz.
domingo, octubre 15, 2006
la cosa esa
pensando en que lo subyace a la vida, aquello que murmura y resuena por todos lados, no es más que un tedio profundo y desolador, en el que estamos sumidos gran parte de nuestros días, entonces me dí cuenta de que en verdad los acontecimientos son verdaderos ACONTECIMIENTOS, son un gran suceso excepcional dentro del tedio vital, un gran cambio, una tremenda sacudida.
Puta, se me fue la idea.
Puta, se me fue la idea.
domingo, octubre 01, 2006
talk a while

Creo que buscar la realidad de los sentimientos, pensándolos, no es más que el impulso más vivo, más palpitante de lo insoportable.... sí, porque cuando se sienten cosas insoportables entonces uno se pone a pensar, y a preguntarse por qué, si es que acaso uno está exagerando, qué tanto de fijación hay, si es que no es más que algo inventado por uno etc. Mucha gente dice que los sentimientos de verdad no se cuestionan, no se dudan, no se piensan, simplemente se sienten... a veces creo que el sentimiento puede degenerar en algo destructivo, y es en ese punto en que se piensa y se duda porque resulta insoportable y terrible. Intentar establecer puentes entre los sentires y la realidad, para poder confiar en ellos por último :S, es algo que dudo que pueda llegar a hacerse, pero que sin duda debe ser intentado.
Y se me fueron todas las ideas brillantes que pensé que tenía cuando empecé a escribir, así que mejor me voy.
miércoles, septiembre 20, 2006

Siempre tengo la sensación de que la mayoría de las cosas que me pasan las ignoro, ignoro su procedencia, su razón, su fin, qué joda.... parece que a veces uno anda dominado por fuerzas que maneja sólo parcialmente, y que poco o nada se comprenden.
Poniénsome metafísica, creo que lo trascendental ocurre bajo el amparo de mi ignorancia.
martes, septiembre 12, 2006
:S

Hace un tiempo leí un extracto de un libro sobre Samuel Beckett, eran conversaciones de él con un periodista (supongo que era eso), y hubo algo que me perturbó demasiado, y es que este tipo cuenta que una vez estaba en una conferencia de Jung y al final de ella -estaba hablando sobre el caso de una niña- dice, como para sí, "claro, ella nunca había nacido", y Beckett lo interpela y Jung se va.... conclusión de Beckett: él tampoco había nacido. Daaaa!!!!!, eso si que no lo entiendo, por ninguna parte.... probablemente porque yo sí nací, y eso me impide comprender la sensación que oculta la frase "yo no he nacido", porque al parecer se refiere a una especie de disociación entre el cuerpo y alma, espíritu o lo que sea, no sé bien, pero parece que por ahí va, como que la integridad o cierta completitud les fue negada por no haber nacido correctamente o simplemente por no haber nacido.... ya qué extraño.... no pienso nada coherente.
"El sol brilló, al no tener otra alternativa, sobre lo nada nuevo"
-¿Y si nos arrepientiéramos?
-¿De qué?
-¡Hombre! No hace falta entrar en detalles.
-¿De haber nacido?...
>> Samuel Beckett <<
no está su sensación de no haber nacido, pero es el puto temita que lo ronda todo el tiempo.... iwal es la raja él.... y quiero ese libro!!!!
jueves, septiembre 07, 2006
Mi proclamación
Sí señores, vengo a decirles que no tengo nada que decir.
En estos casos debería sentirme bien por no tener nada que decir, pero llevo meses sin tener algo que decir, entonces como que me estoy preocupando por no tener nada que decir, será que he agotado todo lo que tenía que decir? lo he dicho todo?, creo que el hecho de no tener nada que decir no significa que realmente no tenga nada que decir, o tal vez sí, pero de todas maneras el no tener nada que decir me está comenzando a fastidiar, lo que me parece absurdo porque cuando tengo algo que decir suelo decir que no tengo nada que decir, y cuando digo que no tengo nada que decir es porque tengo algo que decir, sin embargo en este caso parece que realmente no tengo nada que decir, porque si quisiera decir algo lo podría decir, es más, lo digo ahora: algo, y sigo sin decir nada, lo que me preocupa pues evito decir que no tengo nada que decir, pero suelo no tener algo que decir, entonces si tengo algo que decir puedo perfectamente decirlo , pero en casos como este, en que no tengo nada que decir, la cosa se vuelve más compleja y espesa, porque al final, nadie tiene algo que decir, y cuando se cree que hay algo para decir, se dice y luego se desdice porque no era lo que uno quería decir, por lo que mejor no hay que decir que no se tiene nada que decir porque la gente desconfía y no te creen, y si uno dice que tiene algo que decir la gente espera la gran revelación de la vida, y te terminan diciendo que mejor no digas que tienes algo que decir porque no vale la pena, y no te escuchan y prefieren que digas que no tienes nada que decir, lo que de inmediato es contradictorio pues no les gusta escuchar que uno no tiene algo que decir.
He dicho.
En estos casos debería sentirme bien por no tener nada que decir, pero llevo meses sin tener algo que decir, entonces como que me estoy preocupando por no tener nada que decir, será que he agotado todo lo que tenía que decir? lo he dicho todo?, creo que el hecho de no tener nada que decir no significa que realmente no tenga nada que decir, o tal vez sí, pero de todas maneras el no tener nada que decir me está comenzando a fastidiar, lo que me parece absurdo porque cuando tengo algo que decir suelo decir que no tengo nada que decir, y cuando digo que no tengo nada que decir es porque tengo algo que decir, sin embargo en este caso parece que realmente no tengo nada que decir, porque si quisiera decir algo lo podría decir, es más, lo digo ahora: algo, y sigo sin decir nada, lo que me preocupa pues evito decir que no tengo nada que decir, pero suelo no tener algo que decir, entonces si tengo algo que decir puedo perfectamente decirlo , pero en casos como este, en que no tengo nada que decir, la cosa se vuelve más compleja y espesa, porque al final, nadie tiene algo que decir, y cuando se cree que hay algo para decir, se dice y luego se desdice porque no era lo que uno quería decir, por lo que mejor no hay que decir que no se tiene nada que decir porque la gente desconfía y no te creen, y si uno dice que tiene algo que decir la gente espera la gran revelación de la vida, y te terminan diciendo que mejor no digas que tienes algo que decir porque no vale la pena, y no te escuchan y prefieren que digas que no tienes nada que decir, lo que de inmediato es contradictorio pues no les gusta escuchar que uno no tiene algo que decir.
He dicho.
lunes, septiembre 04, 2006
jhgcnsgmjaso
-estoy aburría
- sí, yo también
- más encima ando de lo más alérgica
- septiembre
- sí ya sé, pero me jode, y me duele la guata
- tómate algo
- ni sueño tengo como para dormir
- entonces tírate a un pozo.
- sí, yo también
- más encima ando de lo más alérgica
- septiembre
- sí ya sé, pero me jode, y me duele la guata
- tómate algo
- ni sueño tengo como para dormir
- entonces tírate a un pozo.
miércoles, agosto 16, 2006
La repetición
La repetición de las intuiciones originarias hace posible su comprensión. Gracias don Jaspers. Y si eso ocurre con las intuiciones originarias, es decir, en el estatuto más propiamente ontológico, entonces cómo no va a ocurrir en la vida común y ordinaria. Cuando hablamos del ámbito más fundamental o a-fundamental del mundo y la vida estamos inevitablemente hablando de lo originario. Existe un correlato entre el ámbito originario y las formas más rudimentarias de vida, creo yo. Además, lo originario subyace el mundo, lo atraviesa, es lo que queda cuando hacemos el ejercicio mental de eliminar todo, repito, TODO lo que corresponde tanto a ideas como a percepciones sensoriales, entonces ocurre que nos quedamos con algo así como el "hay" levinasiano, y sospecho que eso debiera ser el ámbito ontológico por antonomasia, o si no estaría en otro mundo, lo que me parece un absurdo pues mientras más mundos posibles se integren en una teoría más compleja se hace la explicación y la unión de éstos, por lo que es infinitamente más aterrizado permanecer en este mundo y no volar hacia otros posibles mundos que poca existencia o nula pudieran tener. Entonces, permaneciendo en este mundo e intentando reflexionar sobre él, caigo rápidamente en la conclusión de que es necesaria la repetición de ciertos sucesos y hechos en la vida cotidiana para que luego éstos sean comprensibles para la pequeña y pobre mente que le fue dada - vaya a saber por quién- al pequeño ser humano. Ya, perfecto, estoy clarita hasta ahora, pero - no hay que emocionarse mucho, las claridades llegan hasta cierto punto nada más- nadie nos asegura una comprensión de las intuiciones originarias, podemos morir tranquilamente sin haber tenido una puta claridad sobre ellas, o sin haber leído un poco las ideas de los hombres que tal vez sí las lograron comprender, tal vez no a cabalidad, pero dieron grandes pasos en el esclarecimiento de ellas, entonces ¿quién nos asegura que la repetición absurda de ciertos hechos en nuestra corta vida pueda alguna vez ser comprendida? nadie.... y lo peor es que no hay un manual que nos diga: mira, cuando en una semana ves 3 autos de color dorado en la calle quiere decir que se acerca la navidad. No señores, no hay nadie, entonces seguimos en las mismas y toda esta verborrea no ha servido para nada.
martes, agosto 01, 2006
Valdivia
Y aquí estoy, he llegado.
Parece que nada ha cambiado mucho, los muebles, el olor a humedad, la pulcritud -vaya qué limpieza-, "mi" pieza, los cuadros, las plantas, algo que se cocina en el horno, la radio que apenas suena, mi niñez, mi adolescencia, mi yo que no me abandona.
Qué lindo es pasear nuevamente por estas calles húmedas, respirando el misterioso olor de las ciudades sureñas -una mezcla de río con leña quemada-, viendo a la gente con sus mejillas sonrojadas, las bocas sin dientes, los niños moquientos -mocosos-, la plaza, las micros recicladas de stgo., los tecitos, los pasteles y los strudel.
Claro, quisiera vivir aquí, pero sé que no podría. Casi todos los lugares que he conocido me parecen agradablemente habitables -para que, en un futuro no muy lejano, pueda irme de stgo.- pero probablemente viva donde menos me lo espere, en un lugar que aún no conozco y cuyas calles no he tenido el placer de pisar.
Esta ciudad me sube el ánimo. Me reconforta. Es linda, muy linda. Quería escribirte y retrarte con bellas palabras, pero el lenguaje me abandonó. Quise dibujarte, pero mis dedos no saben tomar el lápiz. Quise pensarte, pero mis ideas escasean. Quise vivir contigo, pero mi camino aún no se encuentra contigo.
Y como no tengo más palabras, ni siquiera alguna podrida y partida en dos, mejor te respiro, que es lo que mejor puedo hacer contigo.
Parece que nada ha cambiado mucho, los muebles, el olor a humedad, la pulcritud -vaya qué limpieza-, "mi" pieza, los cuadros, las plantas, algo que se cocina en el horno, la radio que apenas suena, mi niñez, mi adolescencia, mi yo que no me abandona.
Qué lindo es pasear nuevamente por estas calles húmedas, respirando el misterioso olor de las ciudades sureñas -una mezcla de río con leña quemada-, viendo a la gente con sus mejillas sonrojadas, las bocas sin dientes, los niños moquientos -mocosos-, la plaza, las micros recicladas de stgo., los tecitos, los pasteles y los strudel.
Claro, quisiera vivir aquí, pero sé que no podría. Casi todos los lugares que he conocido me parecen agradablemente habitables -para que, en un futuro no muy lejano, pueda irme de stgo.- pero probablemente viva donde menos me lo espere, en un lugar que aún no conozco y cuyas calles no he tenido el placer de pisar.
Esta ciudad me sube el ánimo. Me reconforta. Es linda, muy linda. Quería escribirte y retrarte con bellas palabras, pero el lenguaje me abandonó. Quise dibujarte, pero mis dedos no saben tomar el lápiz. Quise pensarte, pero mis ideas escasean. Quise vivir contigo, pero mi camino aún no se encuentra contigo.
Y como no tengo más palabras, ni siquiera alguna podrida y partida en dos, mejor te respiro, que es lo que mejor puedo hacer contigo.
lunes, julio 24, 2006
cómo Camila Cortés vive su amor
Anoche me acordé de tí. Viniste así, de la nada. No quiero que pienses que esto es una declaración de algo, no, no es así; tampoco pienses que tengo alguna intención ulterior porque no la hay, simplemente aprovecho este momento para decirte que me enamoré de tí. Sí, dime estúpida, ríete si quieres, pero así es. No sé cómo sucedió ni cómo fue que pasó, pero me doy cuenta de que así es por las consecuencias que este amor tuvo en mí. Me modificó profundamente, no pude vivir ninguna relación posterior a tí "normal", bueno, me río y me avegüenzo de mí misma en estos momentos. Discúlpame. No soy amiga de la exhibición personal. En realidad no sé por qué te estoy diciendo esto, probablemente no te interesa mucho, a lo más contribuiré a subir tu ego, pero nada más. Te repito, no espero respuesta, no espero reciprocidad, y ni siquiera apelo a una liberación de esto al decírtelo, pero hay algo en mí, adentro, bien adentro, que cree que es justo que te lo diga. No por mí, por tí. Y bueno, la torpeza de mis palabras, la tosquedad y el cigarrillo que tiembla entre mis dedos te dice lo nerviosa que me pone esta situación. Ya, no me mires tan sorprendido. Sé que es una bobería que te diga que me enamoré de tí si con suerte te dí un par de besos por ahí, y nos vimos tan sólo tres veces en un año, lo sé, es el sinsentido mismo, pero qué le voy a hacer, aquí la lógica no cabe en ningún lugar, en ninguna parte. Sé que estás con alguien ahora, y no quiero causar ninguna tormenta en tí, sé que tampoco tengo ese poder, en tí no lo tengo, mas debo decirte una y mil veces que me enamoré, y tal vez aún lo estoy, no lo sé, tal vez mi enamoramiento está dormido y despierta cuando tú haces algo. Bueno, me siento lo bastante ridicula como para tomar mis cosas e irme, pero mis temblores son mayores y no puedo moverme con facilidad. Así que tal vez es bueno que te siga hablando, porque tu silencio es más decidor que mis palabras.
Y bueno, a veces pienso lo ingrata que fue para mí esta experiencia, mi primer enamoramiento de "adeveras", porque nunca te tuve, tampoco lo quise, pero no viví contigo más de tres noches, nada más. Nunca me quedé con las ganas de acostarme contigo, no es una atracción sexual la que siento hacia tí, es algo más cordial, más sentimental por decirlo de alguna manera. Probablemente tú tampoco lo quisiste, diste alguna señal pero no insististe más ante mi negativa. Para mí no es una cuestión de sexo. Es mi "estar enamorada"; te recuerdo muchas veces, más de las que quisiera tal vez, y mi memoria guarda todos los instantes junto a tí pasados, y mi piel recuerda tus caricias, y mi espalda recuerda tus manos, y mi corazón aún salta contigo. Debo decir que las dos veces que nos juntamos, en un intervalo de una semana -sí, estúpidamente lo recuerdo todo-, yo tenía 19 años y después de eso sufrí, es verdad, porque te fuiste, no supe más de ti hasta muchos mese después, deambulé por todos lados y no te encontraba, intenté enterrarte, sepultarte para que no me dolieras y para no cuestionar nada, no quería preguntarme por qué fue todo así, por qué te fuiste sin decir nada, sin un adiós, simplemente desapareciste y dejaste un gran amor aquí, bien adentro, tan dentro que no he podido sacarte.Bueno, anoche, cuando me acordé de tí, solté un par de lagrimas, que fueron más por mí que por tí, fueron por mi mala suerte, por la poca fortuna que tuve al enamorarme de esa manera de alguien como tú, porque bueno, tan tonta no soy, sé que tienes ese concepto de libertad tan extraño metido en la cabeza, y por lo ingrato y aciago que es mi enamoramiento. Curiosamente no espero que te hayas enamorado de mí, porque probablemente no podrías, pero siendo muy honesta conmigo misma, me hubiese gustado que no te hubieras ido así, tan como si nada, me hubiera gustado poder haberte entregado algo de mi sentimiento, tal vez sólo acariciarte y besarte, y luego te dejaría ir, no quisiera retenerte, para que seas feliz, y para que yo me quede con un recuerdo más tuyo, y bueno, no te podré borrar jamás de mí, pero me gustaría verte otra vez, y estar contigo una noche más.Bueno, ahora me voy porque (puedo) ya ha sido demasiado. Cuídate, espero que estés muy bien y que seas ultra feliz, espero verte por ahí en algún momento, y espero que tu vida sea muy buena.Olvída todo esto, olvídate y olvídame (y una sonrisa sarcástica se dibujó en su boca).
Día 2
Bueno, tal vez esa era mi despedida. Tal vez volviste con más fuerza. Tal vez nunca escuchaste mis palabras. Tal vez -no, definitivamente- eres un fantasma. A veces pienso cosas extrañas. Muy extrañas. Sólo intento encontrarle una explicación a todo esto que ha vuelto a mí después de un año desde la última vez. Lo absurdo de todo esto es que cuando estoy con otra persona me acuerdo de tí. Qué espanto. Me da risa. Me siento mal. Te recuerdo. Maldigo mi infantilismo!. La vida es un chiste, no tiene patas ni cabeza, mi corazón nunca sabrá y padecerá hasta qu esto termine, si es que tiene algún final. Creo que sí, siempre me ha parecido la muerte la más absoluta de todas las cosas, rotunda, plena de ser. En la vida, por más feliz que se sea, siempre habrá algo de no-vida que la hace carente y precaria.
Y ya, me estoy cabreando de tí, como muchas otras veces me ha pasado, así que creo que es tiempo que me suelte de tí de una vez por todas, veamos si se puede.
Y bueno, a veces pienso lo ingrata que fue para mí esta experiencia, mi primer enamoramiento de "adeveras", porque nunca te tuve, tampoco lo quise, pero no viví contigo más de tres noches, nada más. Nunca me quedé con las ganas de acostarme contigo, no es una atracción sexual la que siento hacia tí, es algo más cordial, más sentimental por decirlo de alguna manera. Probablemente tú tampoco lo quisiste, diste alguna señal pero no insististe más ante mi negativa. Para mí no es una cuestión de sexo. Es mi "estar enamorada"; te recuerdo muchas veces, más de las que quisiera tal vez, y mi memoria guarda todos los instantes junto a tí pasados, y mi piel recuerda tus caricias, y mi espalda recuerda tus manos, y mi corazón aún salta contigo. Debo decir que las dos veces que nos juntamos, en un intervalo de una semana -sí, estúpidamente lo recuerdo todo-, yo tenía 19 años y después de eso sufrí, es verdad, porque te fuiste, no supe más de ti hasta muchos mese después, deambulé por todos lados y no te encontraba, intenté enterrarte, sepultarte para que no me dolieras y para no cuestionar nada, no quería preguntarme por qué fue todo así, por qué te fuiste sin decir nada, sin un adiós, simplemente desapareciste y dejaste un gran amor aquí, bien adentro, tan dentro que no he podido sacarte.Bueno, anoche, cuando me acordé de tí, solté un par de lagrimas, que fueron más por mí que por tí, fueron por mi mala suerte, por la poca fortuna que tuve al enamorarme de esa manera de alguien como tú, porque bueno, tan tonta no soy, sé que tienes ese concepto de libertad tan extraño metido en la cabeza, y por lo ingrato y aciago que es mi enamoramiento. Curiosamente no espero que te hayas enamorado de mí, porque probablemente no podrías, pero siendo muy honesta conmigo misma, me hubiese gustado que no te hubieras ido así, tan como si nada, me hubiera gustado poder haberte entregado algo de mi sentimiento, tal vez sólo acariciarte y besarte, y luego te dejaría ir, no quisiera retenerte, para que seas feliz, y para que yo me quede con un recuerdo más tuyo, y bueno, no te podré borrar jamás de mí, pero me gustaría verte otra vez, y estar contigo una noche más.Bueno, ahora me voy porque (puedo) ya ha sido demasiado. Cuídate, espero que estés muy bien y que seas ultra feliz, espero verte por ahí en algún momento, y espero que tu vida sea muy buena.Olvída todo esto, olvídate y olvídame (y una sonrisa sarcástica se dibujó en su boca).
Día 2
Bueno, tal vez esa era mi despedida. Tal vez volviste con más fuerza. Tal vez nunca escuchaste mis palabras. Tal vez -no, definitivamente- eres un fantasma. A veces pienso cosas extrañas. Muy extrañas. Sólo intento encontrarle una explicación a todo esto que ha vuelto a mí después de un año desde la última vez. Lo absurdo de todo esto es que cuando estoy con otra persona me acuerdo de tí. Qué espanto. Me da risa. Me siento mal. Te recuerdo. Maldigo mi infantilismo!. La vida es un chiste, no tiene patas ni cabeza, mi corazón nunca sabrá y padecerá hasta qu esto termine, si es que tiene algún final. Creo que sí, siempre me ha parecido la muerte la más absoluta de todas las cosas, rotunda, plena de ser. En la vida, por más feliz que se sea, siempre habrá algo de no-vida que la hace carente y precaria.
Y ya, me estoy cabreando de tí, como muchas otras veces me ha pasado, así que creo que es tiempo que me suelte de tí de una vez por todas, veamos si se puede.
viernes, julio 07, 2006
Gertrude Stein

Encontré esto por ahí.... lo encontré increíble..... la llamada literatura experimental.
la homenajeo porque no sé, porque me gustaron sus textos, porque su rostro es ambiguo, porque tiene una tuerca suelta, porque le escribe al amor, porque es toda tiernucha, porque sabe usar y des-usar las palabras, porque no conjuga los verbos, porque omite toda morfosintáxis, porque en esta foto aparece viejita, porque adoré sus textos, porque usaba el pelo corto, porque no la conocía y recién ahora la vengo a descubrir por azares de la vida, porque no sé, no sé por qué la homenajeo.
"En general entonces nadie en su vida le contaba bonitas historias. Ella le dijo a su padre el Sr. Abram Colhard que a ella no le gustaba nada ser un ser viviente entonces. Él nunca dijo nada. Ella tuvo miedo entonces, ella era una persona que necesitaba historias encantadoras y que se las contaran felizmente y no tener esa cosa de estar siempre temblando. "
Gertudre Stein
me saco el sombrero ante su tumba, doña Gertrude Stein.
[hora real: 18:52] -------> no existe el tiempo real.
lunes, junio 26, 2006
Diá-logos
- qué jodido que ha sido este año
- ¿por qué? ¿qué te ha pasado?
- nada
- ahh?
- nada tan terrible, bueno ya sabes, lo de siempre, problemas económicos, quiebres de todo tipo, caídas en algunos ramos etc., lo de siempre
- ¿entonces por qué ha sido tan jodido?
- porque cuando digo eso no me refiero a sucesos externos, me refiero a cosas internas.
- ya vas a empezar con tus pavadas
- llámalas como quieras, pero ha sido más jodido que nunca
- encuentro increíble que te quejes y te quejes de mil y una cosa y no haces nada, me dices que te sientes mal adentro y bla bla bla, pero yo miro tu vida y tienes todo para ser feliz, no wevees.
- me da lo mismo que veas mi vida y me digas que tengo todo para ser feliz, porque tú no la vives.
- tu problema es la vida, eso está claro. Siempre estás disconforme con todo y me dices día por medio que te sientes mal, que lloraste anoche, que...
- lo siento, soy incoformista y patéticamente idiota
- déjame terminar. Me dices mil cosas, pero parece que no te has dado cuenta de que la vida se la hace uno, de que los cambios y movimientos en la vida externa son producidos por movimientos internos, tuyos, que son el resultado de distintos procesos por los que atraviesas.
- no me vengas con tu filosofía barata
- me da lo mismo lo que opines de mis palabras, y no callaré. Entonces, te escucho con el mismo discursito todo el tiempo, casi desde que te conozco, y no veo ningún avance en tí, ningún esfuerzo por salir de donde estás, nada de nada, y así, lo siento, no vas a salir nunca.
- tú no sabes, tú no sabes nada
- no, no sé, pero es lo que deduzco de lo que me dices.
- tú no sabes, no sabes lo que es vivir así, sin certezas, sin un piso que te afirme, y cuando crees haberlo encontrado la vida misma se encarga en quebrarlo.
- ¿ cuál era tu piso, tu sostenedor?
- era.. te importa?, da lo mismo, pero cuando eso en que basas tu vida comienza a resquebrajarse, a partirse en mil pedacitos porque las puertas se te cierran, porque ya no te quedan oportunidades para seguir en lo que amas hacer, cuando la única salida es abandonar aquello que es tu motor, tu razón de vivir, entonces ahí es cuando te queda la cagá y estas perdido, solo, perdido otra vez y más solo que nunca.
- eso pasa porque tu fe no está fuera del mundo, está dentro de él, está en un quehacer mundano, en una dedicación que está íntimamente ligada al mundo porque debes subsistir gracias a ello.
- claro, y ahora me vas a decir que mi fe debo tenerla en dios, es lo más fácil no?, seguramente dios va a vestirme y a darme de comer, no jodas.
- si lo piensas bien, si lo piensas detenidamente, te lo dará. Ahora, no quiero predicar nada porque no tengo derecho a hacerlo, pero de todas maneras pienso que si tu piso se quebró es porque debes buscar otro sostén, otro asidero para poder vivir.
- no veas causalidades donde tal vez no las hay
- entonces que puedes hacer? quedarte así para siempre ?, mejor suícidate, porque así no se puede vivir.
- lo he pensado, pero no he encontrado una manera digna de hacerlo.
- entonces si no quieres, o no has encontrado una manera "digna" como tú me dices, debes buscar otro sostén, obvio.
- claro, es obvio, pero sumamente difícil.
- no tienes más opciones
- inventaré una entonces
- bueno, la inventas y la escribes, así te transformas en una especie de "iluminati" para el mundo.
- para con la tontera
- es verdad
- mejor ándate a tu casa, enciende la televisión y busca algo para comer, y déjame a mí mi vida, no te metas porque nada te incumbe, y no te preocupes, que no te molestaré más con mis "pavadas".
- está bien, me voy, pero te digo una última cosa, si piensas que peor no puedes estar, acuérdate que en algún momento estarás peor, así que mejor no te quedes en eso y sal de ahí, porque vas a estar peor.
- que esperanzador
- lo siento, no soy ningún espiritual como para andar dando esperanza.
- gracias.
- de nada.
[hora real: 14:35]
- ¿por qué? ¿qué te ha pasado?
- nada
- ahh?
- nada tan terrible, bueno ya sabes, lo de siempre, problemas económicos, quiebres de todo tipo, caídas en algunos ramos etc., lo de siempre
- ¿entonces por qué ha sido tan jodido?
- porque cuando digo eso no me refiero a sucesos externos, me refiero a cosas internas.
- ya vas a empezar con tus pavadas
- llámalas como quieras, pero ha sido más jodido que nunca
- encuentro increíble que te quejes y te quejes de mil y una cosa y no haces nada, me dices que te sientes mal adentro y bla bla bla, pero yo miro tu vida y tienes todo para ser feliz, no wevees.
- me da lo mismo que veas mi vida y me digas que tengo todo para ser feliz, porque tú no la vives.
- tu problema es la vida, eso está claro. Siempre estás disconforme con todo y me dices día por medio que te sientes mal, que lloraste anoche, que...
- lo siento, soy incoformista y patéticamente idiota
- déjame terminar. Me dices mil cosas, pero parece que no te has dado cuenta de que la vida se la hace uno, de que los cambios y movimientos en la vida externa son producidos por movimientos internos, tuyos, que son el resultado de distintos procesos por los que atraviesas.
- no me vengas con tu filosofía barata
- me da lo mismo lo que opines de mis palabras, y no callaré. Entonces, te escucho con el mismo discursito todo el tiempo, casi desde que te conozco, y no veo ningún avance en tí, ningún esfuerzo por salir de donde estás, nada de nada, y así, lo siento, no vas a salir nunca.
- tú no sabes, tú no sabes nada
- no, no sé, pero es lo que deduzco de lo que me dices.
- tú no sabes, no sabes lo que es vivir así, sin certezas, sin un piso que te afirme, y cuando crees haberlo encontrado la vida misma se encarga en quebrarlo.
- ¿ cuál era tu piso, tu sostenedor?
- era.. te importa?, da lo mismo, pero cuando eso en que basas tu vida comienza a resquebrajarse, a partirse en mil pedacitos porque las puertas se te cierran, porque ya no te quedan oportunidades para seguir en lo que amas hacer, cuando la única salida es abandonar aquello que es tu motor, tu razón de vivir, entonces ahí es cuando te queda la cagá y estas perdido, solo, perdido otra vez y más solo que nunca.
- eso pasa porque tu fe no está fuera del mundo, está dentro de él, está en un quehacer mundano, en una dedicación que está íntimamente ligada al mundo porque debes subsistir gracias a ello.
- claro, y ahora me vas a decir que mi fe debo tenerla en dios, es lo más fácil no?, seguramente dios va a vestirme y a darme de comer, no jodas.
- si lo piensas bien, si lo piensas detenidamente, te lo dará. Ahora, no quiero predicar nada porque no tengo derecho a hacerlo, pero de todas maneras pienso que si tu piso se quebró es porque debes buscar otro sostén, otro asidero para poder vivir.
- no veas causalidades donde tal vez no las hay
- entonces que puedes hacer? quedarte así para siempre ?, mejor suícidate, porque así no se puede vivir.
- lo he pensado, pero no he encontrado una manera digna de hacerlo.
- entonces si no quieres, o no has encontrado una manera "digna" como tú me dices, debes buscar otro sostén, obvio.
- claro, es obvio, pero sumamente difícil.
- no tienes más opciones
- inventaré una entonces
- bueno, la inventas y la escribes, así te transformas en una especie de "iluminati" para el mundo.
- para con la tontera
- es verdad
- mejor ándate a tu casa, enciende la televisión y busca algo para comer, y déjame a mí mi vida, no te metas porque nada te incumbe, y no te preocupes, que no te molestaré más con mis "pavadas".
- está bien, me voy, pero te digo una última cosa, si piensas que peor no puedes estar, acuérdate que en algún momento estarás peor, así que mejor no te quedes en eso y sal de ahí, porque vas a estar peor.
- que esperanzador
- lo siento, no soy ningún espiritual como para andar dando esperanza.
- gracias.
- de nada.
[hora real: 14:35]
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