martes, diciembre 19, 2006

Sin título

Hace tiempo que no escribo.
Claro, la hiperactividad, la época técnica, la instrumentalización de la esencia humana y esas cosas me han tenido absorbida hasta decir basta. Y aún no digo basta, y tampoco creo que lo haga, porque ayuda a olvidar. ¿Olvidar qué?, ni idea, pero ayuda.
Y resulta que hay personas que prefieren morir desangradas a que morir de un golpe certero. Eso, yo no lo entiendo. Son opciones, claro está... pero no lo entiendo.
Y me jode todo adentro.
Y no sé qué hacer, o qué debo hacer... la decisión se hace compleja y difícil de alcanzar en un mundo líquido, de cemento, en donde lo bueno se hace ininteligible frente a la multiplicidad. Y es que lo plural es lo que hace la decisión más díficil todavía, porque nada es absolutamente desechable, y todo aporta un bien, al menos relativo.
Pero yo soy weona, así que como tal, caigo donde no debo caer, escojo lo que no debo escoger, me meto con quién no debo, y hablo weas.

1 comentario:

Pablo Gutiérrez. dijo...

Me desangro.
Me desangro como cuando nací,
ya que cuando nací,
comenzaron mis heridas.
Me desangro, y comienzo a acostumbrarme al este dolor sin fundamentos.
Me desangro y ya no veo,
pedí que me cansaras pero no lo hiciste, y sólo sale sangre a borbotónes.
Me desangro y ya poco importa.
Para que preocuparse por un niño que se está desangrando, recibiéndo su juicio...que importa.
Hablo por mí,
hace mucho tiempo ando muerto,
lo descubrí y no sangro más.

*Lo siento, pero me había acostumbrado a mostrarte mis poemas.
Espero que estés bien Bárbara.
(: