domingo, abril 10, 2011

La muerte de los símbolos

Si los símbolos no tienen un correlato que nos indique una verdad, entonces pierden densidad y no serán más que formas vacías, o incluso menos que formas (si es que aún es válida la comprensión forma-contenido), serán una mera manifestación conocida y reconocida como tal sin misterio a desvelar. Si los símbolos representan de cierta manera la interioridad, y a su vez se reconocen como portadores de un torrente inconciente que no se agota ni se logra encerrar en una comprensión descarnada, entonces la muerte de ellos es una muerte de la interioridad, un vacío de la interioridad.
Se va capa por capa desarmando símbolos, encontrando ciertas verdades olvidadas, asistiendo a la pérdida y entierro de nuestras queridas lecturas aprendidas de lo que nuestra interioridad nos hablaba. Ahora a encontrar nuevos símbolos, nuevos misterios a revelar. El descubrimiento es la muerte. La verdad toma tiempo.