martes, mayo 25, 2010

Contingencia

Presidente:
He asistido, como cualquier persona común y corriente, sin importancia colectiva, a una serie de noticias en donde se informa la subida de impuestos y el regalo de bonos por parte de su gobierno. Puedo estar equivocada, pero tengo la fuerte impresión de que usted no busca educar o gobernar de una manera digna y respetable, usted lo que quiere es meternos la mano al bolsillo, a ver si así entendemos, pensará.
Y claro, tiene lógica su pensamiento: 20 años de concertación no sirvieron de mucho. Entonces usted se va por el camino fácil. Si no entendemos de suyo las cosas, si no somos capaces como sociedad de aceptar un montón de puntos que suponen un cierto nivel de "civilización", pues entonces nos jodemos, y si no entendemos a la buena, entenderemos a la mala, como ahora parece que se nos está forzando.
Por otra parte, usted es hábil, eso lo concedo, porque claro "hay que reconstruir Chile" y por eso se suben los impuestos, además que los impuestos van dirigidos a elementos que son nocivos a la salud: al tabaco, alcohol, y tal vez hasta la comida chatarra, por lo que pocos alegan y asumen con la cabeza agachada que está bien porque fumar es malo. El tema no es fumar o no, beber o no, ir o no al Mc Donalds, el tema es que se está imponiendo una moral recalcitrante en todo esto. Ahora se les dará un bono a los matrimonios que sumen 50 años de casados. Yo ya jodí con ese bono, tendría que haberme casado unos 40 años antes de haber nacido para acceder a él, pero no importa eso, porque claramente no estoy en el segmento al que va dirigido. Entonces: se premia el matrimonio duradero y se castigan los vicios. Todo esto se me hace tan bonito y tan perfecto, que me hace dudar.
Su gobierno es, como según usted mismo ha dicho, "el de los mejores", de tipo tecnocrático, y no pondré en tela de juicio los grandilocuentes títulos de Harvard que sus ministros ostentan, y jamás emitiría una palabra en contra de la educación de excelencia -y de muy pocos- que recibieron, sin embargo, hay que dejar en claro que ningún título universitario es capaz de demostrar que cada uno de sus ministros, y hasta usted mismo, aprendió que no está tratando con un "capital" humano, sino que trata con seres humanos a nivel colectivo, y que no quieren que los subestimen y traten de "civilizarlos" metiéndoles la mano en el bolsillo, sino que quieren que las cosas funcionen, que no tengan que andar preocupados por algún asalto, que no tienen cómo pagar las cuentas, que no tienen trabajo, que no llegan a fin de mes.
Por favor, no nos diga qué es bueno y qué es malo a través del dinero, no nos manipule ni nos subestime, existe gente como yo que no habla mucho, que es más bien callada, pero que piensa y también quiere lo mejor para Chile.

Atte
Un individuo cualquiera.