domingo, febrero 18, 2007

Palabras tardías para un suceso

Qué se puede decir en situaciones como estas, en donde el dolor y la incomprensión se funden y se violan, se confunden y se dispersan, se sienten en el alma...
Y es que en situaciones como estas no sirven las palabras, ni los pésames ni condolencias, ni los abrazos ni las lágrimas gratuitas, como que la cuestión se vive adentro no má, y uno se ve obligado a salir, a llenarse la boca con gracias, a devolver abrazos, a contestar los llamados, las cartas, las flores, a recibir a la gente, a taparse los ojos con anteojos de sol, a rezar y escuchar al cura en la misa, a mirar a tu alrededor y ver lagrimas esparcidas por doquier -y pensar que ellos no tienen ni puta idea de que no alcanzaste a despedirte, de que todo fue tan rápido que ni un aviso recibiste, de que no asimilas lo que ocurrió, que te dijeron y no atinaste más que a sentarte y ver como tu madre sollozaba sin consuelo, ver a tu hermana encerrada en su pieza sin dejar de gritar, ver la desesperación de la gente que no sabía qué hacer, y tú ahí, sentada mirando lo que ocurría, sin emoción que arrancara por tus ojos, sin más que bajar los hombros y marcar un número telefónico que ayudaría a que todos se enteraran, a que se esparciera la noticia como la sangre sale de una herida.

Querida, qué puedo decirte, no lo sé, contenerte??, me encantaría, pero debo ser yo la que te contenga?, no lo creo, espera tranquila, que va a pasar, en algún momento de tu vida harás el reciclaje correspondiente y recordarás sin dolor... pero lo que sí, y en esto no puedo callarme, no hagas preguntas por ahora, no aumentes tu dolor.

[Para mi querida Amiga de la infancia Lorena. No sé si alguna vez leas esto, obviamente no es el tiempo propicio, pero sabrás, al menos en tus sueños, que yo estoy contigo, y que estas palabras son para tí desde mi humilde y acribillado corazón.]

jueves, febrero 15, 2007

Lotte im Weimer

Detesto la locura, la aborrezco desde el fondo de mi alma, aborrezco a todos los genios desequilibrados, o semigenios; detesto todo emocionalismo, toda pose excéntrica. ¡Audacia y osadía, sí! La audacia es todo, es lo único indispensable; pero una audacia serena, decorosa, correcta, como envuelta en el suave terciopelo de la ironía. ¡He ahí lo que yo soy y lo que quiero ser!.

[Thomas Mann]

martes, febrero 13, 2007

Basta

Basta
me cansé de los poemitas y las palabras repetidas
de las mentiras y los paraderos
y de todo lo que pueda parecerse a lo perdido.

viernes, febrero 09, 2007

El Futuro

Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle
en el murmullo que brota de la noche
de los postes del alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia los completos en los subtes
ni en los libros prestados,
ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños,
ni el destino original de mis palabras
ni en una cifra telefónica estarás,
o en el color de un par de guantes,
o en una blusa.
Me enojaré
amor mío
sin que sea por tí,
y compraré bombones
pero no para tí
me pararé en la esquina
a la que no vendrás
y diré las cosas que sé decir
y comeré las cosas que sé comer
y soñaré los sueños que se sueñan.
Y sé muy bien que no estarás
ni aquí dentro de la cárcel donde te retengo,
ni allí afuera
en ese río de calles y de puentes.
No estarás para nada,
no serás mi recuerdo
y cuando piense en tí
pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de tí.

[El GRAN Julio Cortázar]

lunes, febrero 05, 2007

Y pensé

Pensé que lo tenía... estaba en la cúspide de mi creencia... mas cuando iba a articular palabra, justo en el segundo anterior, caí en el abismo, y desde allí fue que pregunté, avergonzada de mi soberbia, impúdica me sentí, sin derecho a decir nada, ni al silencio tenía derecho... sólo podía caer.

jueves, febrero 01, 2007

Rostro de vos

Tengo una soledad tan concurrida
tan llena de nostalgias y de rostros de vos
de adioses hace tiempo y besos bienvenidos
de primeras de cambio y de último vagón
tengo una soledad tan concurrida
que puedo organizarla como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto y por sabor.
Sin un temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos
Estoy lleno de sombras de noches y de deseos
de risas y de alguna maldición
mis huéspedes concurren
concurren como sueños.

[Mario Benedetti]


qué lindura.