viernes, febrero 09, 2007

El Futuro

Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle
en el murmullo que brota de la noche
de los postes del alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia los completos en los subtes
ni en los libros prestados,
ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños,
ni el destino original de mis palabras
ni en una cifra telefónica estarás,
o en el color de un par de guantes,
o en una blusa.
Me enojaré
amor mío
sin que sea por tí,
y compraré bombones
pero no para tí
me pararé en la esquina
a la que no vendrás
y diré las cosas que sé decir
y comeré las cosas que sé comer
y soñaré los sueños que se sueñan.
Y sé muy bien que no estarás
ni aquí dentro de la cárcel donde te retengo,
ni allí afuera
en ese río de calles y de puentes.
No estarás para nada,
no serás mi recuerdo
y cuando piense en tí
pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de tí.

[El GRAN Julio Cortázar]

1 comentario:

Pablo Gutiérrez. dijo...

Hay límites y límites en la vida. Todo está lleno de restricciones, de esquemas a seguir, que no se pueden modificar en lo más mínimo, y por ende hay que seguir bailando con los límites. Lo triste es caer en el estúpido juego de la dominación, de seguir inserto y alimentando un sistema que no debería por qué existir, y por lo demás sufre de obesidad mórbida.
Pero, a la vez, existen textos como los de Julio Cortázar, escritores libertarios, con las pelotas suficientes como para escribir sin pensar en norma alguna, dejando el natural trote del río literario.
Hombres así, son los cuales logran empaparnos de esperanza subversiva de cambio. De cualquier tipo de cambio, en el caso de Julio, el atrevimiento de hacer de lo cotidiano, algo maravillosamente hermoso, y no desear nada más de lo que se tiene. Se mira al mundo con ojos libertarios y podemos llegar a acostumbrarnos tanto a leer maravillas, que quizá un día, de aquellos grises de otoño, podamos llegar a escribir así, sin darnos ni cuenta.
¿O no?

Saludos Bárbarilla.
(=