miércoles, noviembre 23, 2005

Encuentro

Hoy te ví... qué casualidad no?
Algo te dijo que miraras a tu izquierda, algo me dijo que girara mi cabeza hacia la derecha, lo hiciste, yo también, pero como siempre seguiste tu camino, impasible, como si nada hubiera pasado... y tal vez nada pasó.
Ibas de terno, en un auto grande y hasta lujoso ... tal vez un "te llevo?" podría haber sido una buena idea. Hubiera sido bueno conversar contigo, aún sabiendo que mentirías hasta en tu respiración, que me utilizarías para tu provecho, o para sacar información como me dicen algunas personas, y que yo sólo sería un objeto para concretar tus planes "maquiavélicos". Aún así, a pesar de todo y teniendo en la memoria nuestros escasos encuentros anteriores, me hubiera gustado conversar contigo.
Te amé como sólo una niña puede hacerlo, te odié con la fuerza de la adolescencia. Me doliste en cada movimiento, en cada célula, tanto y tan profundamente que me hice insensible frente a todo ese dolor.
Cuando me viste lo hiciste porque pensabas que yo era una cualquiera a la que podías mirarle el culo, porque ¿para qué lo muestran? me dijiste una vez que te increpé por hacerlo. ¿te habrás dado cuenta de quién era esta vez esa cualquiera?, ninguna señal de ello diste, como siempre, seguiste tu camino sin perturbación, como si todo siguiera normal, y tal vez para tí fue así.
Me pregunto si le contarás a tu familia que me viste. Yo siempre lo hago, porque para mí es un hecho importante el divisarte, aunque sea unos segundos y en la calle; tu fisonomía causa movimientos en mi interior. No creo que lo hagas, creo que apenas y saben de mi existencia, eso si es que te has atrevido a confesarla, o peor, si la recuerdas.
Ya no me dueles como antes, es cierto, ¿ te dije que me había vuelto insensible al dolor? ya apenas y lo siento...te lo debo a tí, y te lo agradezco, porque sé que nunca más volveré a sufrir de esa manera... me hizo crecer el dolor... he crecido papá, y todo gracias a tí.
Sí, sigo pensando en que habría sido bueno que hubieras detenido el auto y saludarme, aunque sea un leve movimiento de manos desde la otra vereda, pero un reconocimiento de tu parte me hubiera dejado conforme, no necesito nada más de tí.... ¿por qué no lo hiciste?, no te iba a insultar como tantas veces lo hice, no iba a odiarte como antes, no te iba a pedir nada, sólo quería saber si me recordabas algunas veces, si de vez en cuando en tu cabeza estaban los mariscos que nos preparabas exquisitamente y con mucho cuidado, si te acordabas de algunos veranos, si recordabas que me decías "Barbarita, cara de palta!"... o por último, si algunas veces te acuerdas que fuimos una familia; si recuerdas aquella noche en la que, ebrio, entraste a mi pieza, me despertaste, tomaste mi mano y la acariciaste dulcemente mientras me repetías hasta el cansancio todo lo que me querías... aún veo tu sombra tambaleándose en la oscuridad, tu fuerte aliento a alcohol y tus manos tomando las mías...por mi parte, no recuerdo otro momento de cariño que me hayas dado, pero eso bastó para que mis pequeños 11 años fueran felices y quedaran plasmados en mi memoria para siempre.
¿Qué pasaría si leyeras todo esto?, no lo sé, y nunca lo sabré, porque jamás me dejarás decirtelo en la cara, y porque probablemente nunca más hablaré contigo. Sólo nos quedan los encuentros casuales en la calle.
No sé si estas líneas serán mi despedida, no sé si te has ido de mí. Hace casi 5 años que ya no estás, pero al parecer aún te llevo conmigo.

No hay comentarios.: