sábado, mayo 13, 2006

ejale

A veces, cuando vienen estos días, me parece que sí puede existir un sentido si YO quiero darlo, tanto a las cosas como a la vida misma. Porque cada día estoy más convencida de que no hay un sentido en el trasfondo mismo de la vida, de que, tal como dicen el rechonchito de Lévinas y el altivo de Blanchot, todo no es más que un sin sentido oscuro, horroroso, ajeno, errante, susurrante y omnipresente. Terrible pensar de esa manera, así como es igual de terrible autoengañarse.
Otras veces se cae en la desesperación más profunda e inimaginable (des-esperanza), y hasta pareciera que no cae pesadamente en el alma, sino que la desesperación flota en el aire, en la atmósfera, suspendida allí, rodeando todo lo vivo, esperando el momento oportuno para entrar directamente en los pulmones.
La mayoría de la veces me enojo al escribir esta sarta de pelotoduces.

[hora real: 22:25]

1 comentario:

Lo que queda del día... dijo...

Hola Bárbara

hace mucho tiempo no me metía a tu blog, y de tanto pensar en una misión bastante especial a la cual estoy sometida, decidí saber qué era de la vida de esta niña.

Y llegué hasta aca buscando distracción u orientación, por qué en verdad no lo se. Re vivir la vida misma, para escribir una autobiografía, es más que algo complicado, es más que recuerdos, es más que todo...Es reconocerse, es aceptarse, es corregirse,es defraudarse, es....difícil.

Pero bueno aquí estamos, y en esta busqueda en el baúl de los recuerdos, decidí hacerme tb un blog jejeje..y visitarte.

Muchos cariños y un gran abrazo.