sábado, diciembre 24, 2005

El origen

Un papel vacío. El lápiz en la mano. La cabeza en blanco. De pronto aparece una palabra en la pizarra: caer. Se escribe en el papel, y un acto involuntario la tacha de inmediato. Coger otro papel, o tal vez usar el reverso del mismo. La disyuntiva suele no tener muchas soluciones, son sólo las que se presentan, ninguna otra.
Otra palabra llega: Hubo un tiempo. No, eso no, es de cuentos infantiles. Otra hoja más que se va a la basura. Vuelve a caer otra frase sobre el papel, y un rayón la continúa.
Es increíble, hoy no tengo de qué escribir.

No hay comentarios.: