jueves, abril 06, 2006

bah!

Me llegó un mail sobre la rutina, luego abro el siguiente y conté por lo menos 4 veces la misma palabra, y para terminar el día: largo tedio me asediaba.
Las palabras hoy no fluyen ni escapan de mi mente como antes. Ya no está ese torrente verborreico que no me dejaba en paz. Una larga monotonía me condujo al monotematismo; prefieriendo la mónada para encapsularme fue que entendí, por fin, lo que era la esperanza. Esa que revolotea y molesta. Después de mi nadificación, decidí, por primera y única vez en mi puta vida, salir del mutismo y cambiar ese rictus constante que me llenaba de seriedad y, de paso, me congelaba. Abandoné las estalactitas que amenazaban con caer sobre mí, y agarré eso que dicen que es lo que siente. Lo dejé ahí, botado en medio de la calle a vista y paciencia del mundo entero, para que lo tomara quien quisiera, lo pisotearan, acuchillaran, ignoraran, acogieran, sostuvieran, burlaran, patearan, manosearan, y hasta mataran. Por supuesto, me puse en todos los casos posibles que mi menta podía imaginar, y ocurrió lo impensado: nada. Nada ocurrió.

[hora real: 0:19 ]

2 comentarios:

Anónimo dijo...

a genius.....

Unknown dijo...

son una piedras que cuelgan en las cavernas en forma de cono invertido.... eso son las estalactitas... o eso creo por lo menos.
ajaJAJAAJaj